jueves, 29 de octubre de 2009

LO MEJOR DEL POP


“No les importamos”, sintetiza Michael Jackson en aquella canción cuyo video fue filmado en las favelas de Brasil junto a la banda Olodum. Y es la mejor forma de definir los últimos momentos de su vida. Su hermana LaToya se atrevió a vaticinar la desaparición del ídolo, porque “vendía más muerto que vivo” y acusaba al entorno de no cuidarlo como ser humano.

En medio de los ensayos de la que sería la gira despedida del Rey del Pop y que iba a iniciarse en Londres, lo encontró la muerte por sobredosis de medicamentos autorizados por su médico personal, Conrad Murray que hoy es señalado como el culpable del deceso del artista masculino más grande del pop.

El director Kenny Ortega registró cada momento de los ensayos de Michael y esas imágenes llegaron al cine en “This is it” (Esto es todo), el documental de Sony Pictures que se proyectó esta semana en todo el mundo, luego del lanzamiento del disco hecho por Sony Music. Tras su trágica muerte, el cineasta quiso dejarles el último legado pop a los fanáticos del creador de “Thriller”. Prefirió que dicho documento en video sea un regalo para seguidores y no un film que pueda lograr algún premio o elogio por su creatividad. Es que en realidad, la creatividad la ponía Jackson con su talento: el que nacía de sus pies, de su voz, de su oído, de su cabeza, y hasta de su puño y letra.

Michael era sensacional, extraordinario, no hay mejor manera de definirlo. Un músico como no habrá otro igual, que sabía mucho de sonidos, de imágenes, de lo que impactaba al público. Tenía el don de hacer brillar el escenario porque era dueño de un carisma único y quería despedirse de las tablas de la mejor manera, pero el destino no lo dejó cumplir su deseo y el de sus fans que querían verlo por última vez.

Ese sueño se los cumple Ortega con “This is it”, que logra la aceptación de los seguidores del ídolo porque están casi todos los clásicos del músico. Así puede disfrutarse de “Wanna Be Startin' Somethin'”, “Smooth criminal” (donde se da el lujo de seducir a Rita Hayworth y ser perseguido por Humphrey Bogart), “Jam”, “The way you make me feel”, “Beat it” o “Bad”.

Se destaca el impresionante despliegue montado para “They don't care about us” (No les importamos). En esta ocasión Michael había preparado una increíble coreografía con efectos como si bailara con cientos de personas a su alrededor.

La otra grandiosidad se ve en “Thriller”, un festival de monstruos vivos, más impactante que la del clip original con una araña gigante sobre el escenario desde donde saldría el propio Jackson ante la vista de la gente. Aquella canción daba nombre al álbum más vendedor de la historia musical.

Tampoco faltan canciones como “Human nature”, “Earth song”, “I just can't stop loving you”, “Black or white” o los éxitos de los Jackson 5 como “I want you back” o “I'll be there”.

En medio de las imágenes se refleja la profesionalidad de Michael que no duda en llamarle la atención a su director de sonido cada vez que sea necesario. Con una cara angelical utiliza la ironía para hacerle las correcciones una y otra vez y busca explicarles a sus músicos la manera en que quiere que salga cada canción. Era exigente, obvio, porque en juego estaba su nombre. Se encargaba de supervisar todo, desde las luces hasta el equipo de músicos y bailarines que lo acompañaban en sus presentaciones.

Pero también se da cuenta de la solidaridad con su gente, dándole lugar a destacarse en algunos momentos de sus shows, como hace en “Beat it” con su última rubia guitarrista, Orianthi Panagaris que hace llorar su instrumento en un solo increíble. La chica ocupaba el lugar de la legendaria Jennifer Batten, aquella blonda que usaba luces en su cuerpo y que se destacaba en los recitales del Rey del Pop. Desgraciadamente, la australiana nacida en 1985 sólo estuvo en los ensayos y no pudo cumplir su sueño de tocar junto al gran Michael. Lo mismo ocurrió con otros músicos y con los bailarines que habían sido elegidos especialmente para ser parte de la gira despedida.

Por su parte, “Billie Jean” impacta desde su sonido, cada acorde que lo hace inconfundible, pero no tanto desde las imágenes registradas del documental porque no son lo mejor del film, eso queda para “Thriller”, “Wanna Be Startin' Somethin'”, “Smooth criminal” o “They don't care about us”. Tampoco puede faltar el “Man in the mirror”, una de las melodías donde el Rey Pop ruega a los políticos eso de mirarse en el espejo para poder salvar al mundo, labor en la que estuvo involucrado en gran parte de su vida y que dio frutos como “We are the world”, “Heald the world” y “Earth song”.

“This is it” se sintetiza con esa traducción al español: “Esto es todo”. Por un lado, es un bello y emotivo homenaje al artista y hará caer algunas lágrimas a sus fanáticos, pero por otro, no provocará más que una cifra millonaria de recaudación. No hay nada creativo en el film, porque definitivamente, la creatividad salía desde la magia de Michael Jackson, uno de los más grandes artistas de todos los tiempos que vivirá por siempre como Rey del Pop.

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